El cine bélico. A propósito de él, la Segunda Guerra Mundial dio un sinnúmero de situaciones, escenarios y personajes para convertir al género en un portador de grandes estrellas y grandes historias. En general fue un cine poco escatológico, donde la heroicidad, los valores y grandes ideasles, el espíritu de sacrificio y hasta el amor se dieron cita para confluir y darnos modelos de hombres y mujeres. Casablanca, Sahara, Escape a la victoria, El puente sobre el río Kwai... hasta que apareció el carnicero de Hollywood.... Sam Peckimpah con una obra excepcional que no sólo nos lleva lejos de aquellos conceptos sino al verdadero horror de un bombardeo, de una rafaga de metralleta y los cuerpos volando como títeres. La Cruz de Hierro, la verdader cara de la guerra. De todos modos, se extraña todo ese cine que enseñaba a ser y a no ser.
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